La Comisión de Control, Ética y Disciplina del organismo internacional informó ayer de la sanción de 30.000 euros al Barça después de que la afición azulgrana enarbolase banderas catalanas independentistas, conocidas como "esteladas", durante la final del 6 de junio ante la Juventus de Turín, que terminó con la victoria de los azulgrana.
Según el club, "el delegado presencial de este organismo en este partido calificó de excelente el comportamiento de los socios y aficionados del Barça, antes, durante y después del partido, tal como detalló en su informe".
El comité de la UEFA, que vio el encuentro por televisión, elaboró un informe tras la presencia de estos emblemas y por los continuos cánticos en favor de la secesión.
El club blaugrana alega que las informaciones sobre lo ocurrido en el campo fueron elaboradas con las imágenes procedentes de la televisión y no presencialmente.
El delegado de la UEFA, por su parte, el holandés Harry M. Been, que asistió al partido destacó el "excelente comportamiento" de los aficionados catalanes, que en la grada azulgrana no se usó artefactos de pirotecnia y que los cánticos "no fueron discriminatorios".
Pero, según el organismo internacional, los aficionados habrían faltado al artículo 16.2.e del código disciplinario, por el que se castiga "el uso de gestos, palabras, objetos o cualquier otra cosa que signifique o transmita un mensaje que no tenga relación con el evento deportivo, especialmente mensajes ofensivos o provocativos de naturaleza política, ideológica, religiosa".
El Barça someterá a la consideración de sus servicios jurídicos "la conveniencia y la oportunidad de cuestionar la resolución sancionadora".