A bordo de la Soyuz viajan el comandante de la nave, el ruso Oleg Kononenko, y dos ingenieros de vuelo, el japonés Kimiya Yui y el estadounidense Kjell Lindgren.
Se trata del primer vuelo tripulado tras el accidente sufrido por la nave de carga Progress M-27M el 28 de abril pasado, aunque en aquella ocasión se utilizó un propulsor de otra modificación, el Soyuz 2.1a.
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"Estoy seguro que muchos ingenieros rusos inteligentes y seguros hicieron esta nave y este cohete, además después del accidente del Soyuz con el Progress ellos revisaron todo muy bien otra vez. Estoy seguro que nuestro vuelo después del accidente es el más seguro precisamente porque los han revisado todo nuevamente", dijo el cosmonauta japonés poco antes de despegar.
Kimiya Yui prevé realizar en el espacio una serie de experimentos con la "materia oscura", además planea preparar sushi para brindarlo a todos los miembros de la tripulación.
La tripulación de la nave utiliza como talismán y al mismo tiempo como indicador del estado de ingravedad un juguete que representa a uno de los personajes de la película "La guerra de las Galaxias".
El acoplamiento de la Soyuz TMA-17M a la plataforma orbital debe efectuarse el 23 de julio a las 05.46 hora de Moscú.
Actualmente, en la EEI están trabajando los cosmonautas rusos Guennadi Padalka y Mijaíl Kornienko, así como el astronauta Scott Kelly de la NASA.
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Los cargueros espaciales sufrieron dos averías durante los últimos dos meses, además del Progress M-27M que se perdió en abril, el 28 de junio explotó en el tercer minuto del vuelo el cohete estadounidense Falcón 9 que debía llevar a la órbita la nave Dragon, tras lo cual el abastecimiento de la EEI se vio en peligro.