La política es "más complicada que la simplicidad de unas mayorías escasas", y en un proceso de ruptura "se requieren crear unos consensos amplios para evitar una escalada del conflicto", sostiene el experto que es director del Observatorio de la Cobertura de Conflictos, para quien para declarar la independencia de un país es "aconsejable que esa mayoría sea cualificada".
"Un 51%, un 49% o un 52% es un resultado que abre un horizonte, pero no es claramente decisivo", explica a esta agencia.
Según el sondeo del Observatorio Continuo efectuado en julio por JM&A para el diario Público, pese a sumar más de la mitad de los escaños, las dos listas soberanistas reunirían un 46,4% de los votos válidos y solo representarían a uno de cada tres electores catalanes censados.
"Es preocupante tomar medidas basándose solo en una mayoría parlamentaria", afirma Giró.
Es cierto que "en política no se puede permanecer bloqueado porque haya una serie de personas que no se posicionan", pero tampoco "se les puede olvidar".
De hecho, "en muchos países se hace política al margen de sectores impresionantes de la población y así les va de mal", advierte el experto.
Y recuerda que en Cataluña muchos sondeos demuestran que hay más catalanes en contra de la independencia que a favor.
Pero estas reivindicaciones "podrían ser cubiertas por el federalismo" y mucha gente cree que antes que llegar "a una situación caótica" en la que se desconoce la reacción de la Unión Europea o cómo evolucionarán las cosas, "prefiere seguir su vida de la mejor manera posible sin grandes sobresaltos".
"Si el Gobierno de Mariano Rajoy hubiera abierto más la mano al diálogo y hubiera tomado algunas medidas propuestas por el Parlamento o el Ejecutivo catalán el proceso hubiera podido seguir otro camino", estima.
Pero la cerrazón del Gobierno español "es muy grande" y es así en parte porque "sus electores han sido educados durante muchos años en esta concepción unitarista, homogénea e intransigente ideológicamente sobre las distintas concepciones que pueda haber de España".
"El problema es cómo se llega a ellos y el grado de división y de tensión" y en la "sociedad catalana hay disputa" porque es un tema que durante muchos años ha estado presente, pero nunca "tan dimensionado" como ahora.
Los conflictos "no se resuelven nunca del todo", pero "se van transformando, desescalando" y eso "siempre es deseable" y "encontrando medidas que vayan satisfaciendo a las partes", aunque siempre quedaran temas por resolver", concluye este especialista en conflictos, que reconoce que hasta ahora solo se ha movilizado las fuerzas soberanistas catalanas.