Pont explica a esta agencia que "entre 1986 y 2014 Cataluña ha sufrido un déficit fiscal de más de 300.000 millones de euros", un coste equivalente "a ocho veces el Plan Marshall, la ayuda de EEUU para la reconstrucción de Europa Occidental tras la Segunda Guerra Mundial".
"A eso aún hay que añadir un endeudamiento de 64.000 millones de euros por una política de asfixia económica deliberadamente calculada por el Estado español, que ve en el poder económico de Cataluña un contrapoder al centralismo del Estado", precisa.
Este déficit fiscal, explica Pont, explicaría en parte algunos de los problemas sociales que lastran a Cataluña.
"Actualmente el sistema financiero español concentra en Cataluña el 31% de los desahucios de toda España", afirma.
El presidente del CCN señala que "el 74% de los recursos del fondo de reserva de la Seguridad social, con el que se pagan las pensiones de todos los españoles, procede de Cataluña, que cuenta con un 16% de la población" de todo el Estado.
"A esta situación injusta se añade el hecho que desde 2011 el Estado español está comprando su propia deuda pública con el dinero de los fondos de reserva de la Seguridad social", por lo que "en 2017 habrá agotado todas sus existencias y no quedará nada para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones", detalla.
Una Cataluña independiente, comenta Pont, "podrá reducir el paro en un 10% por la contratación de personal derivado de la asunción de las competencia de Estado": "dejaremos de pagar el salario a 134.000 funcionarios que viven y trabajan en Madrid y en su lugar crearemos 80.000 nuevos puestos de trabajo en Cataluña, con el consiguiente aumento de la demanda interna".
"La independencia supone la creación de una demanda de más de 400.000 m2 de superficie para embajadas, consulados y residencias oficiales de autoridades extranjeras", afirma.
El presidente del CCN asegura que "entidades de destacada solvencia como Crédit Suisse y Deutsche Bank" confirman que una Cataluña independiente "no solo sería viable económicamente, sino que además mejoraría sustancialmente su nivel de vida y su justicia social".
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"Los presupuestos de nuestro Gobierno pasarán de 29.000 millones de euros a 74.000 millones en dos años, y a estas cifras cabe sumar los beneficios por la explotación de bienes públicos situados en Cataluña, unos 15.000 millones más", enumera.
Con todo, "los gastos también aumentarán porque tendremos que asumir el coste de los 22.000 millones de euros para pagar las pensiones y de 8.000 millones de euros para pagar los subsidios de desempleo", matiza Pont.
Además, una Cataluña independiente tendría la soberanía necesaria para "priorizar el coste de algunos gastos", sostiene Pont. "Actualmente, el Estado español recauda en Cataluña más de 3.750 millones de euros que destina a Defensa, en estos momentos de crisis económica, nuestro Gobierno podrá priorizar otros gastos sociales".
"Cataluña dejará de tener déficit mientras su deuda sea muy inferior a la media europea: eso supone que una Cataluña independiente mejorará su prima de riesgo hasta los 140 puntos básicos", concluye el presidente del CCN.