"En 2013, uno de cada cuatro niños, 18,7 millones, vivía en una familia trabajadora de bajos ingresos en los Estados Unidos. Casi un tercio de los niños viven en familias en las que ninguno de los padres tiene empleo a tiempo completo. E incluso cuando los padres están trabajando a tiempo completo, los salarios y los beneficios a menudo no son suficientes para apoyar adecuadamente una familia", dice el informe Kinds Count Data Book.
El texto se basa en el análisis de 16 puntos sobre la calidad de vida de los niños estadounidenses, entre ellos, el bienestar económico, la salud y la educación.
Patrick McCarthy, presidente y CEO de la organización mostró su preocupación por el aumento de los porcentajes de menores que viven en comunidades pobres, a pesar que ya "pasaron varios años" del fin de la recesión según publica la web de la fundación.
"Aunque han pasado varios años desde el final de la recesión millones de familias aún no se han beneficiado de la recuperación económica" y agregó "si bien hemos visto un aumento en el empleo en los últimos años, muchos de estos puestos de trabajo son de bajos salarios", puntualizó.
Para McCarthy, son demasiadas las familias que todavía están luchando para satisfacer las necesidades de sus hijos y enfatizó en los 16 millones de niños que viven en la pobreza.
"Podemos y debemos hacerlo mejor, podemos tomar decisiones de política para levantar más familias en la estabilidad económica", concluyó.
La Fundación Annie E. Casey, con sede en Baltimmore (Maryland, este de EEUU) se fundó en 1948 y se dedica al trabajo con niños en riesgo de malos resultados educativos, económicos, sociales y de salud en todo el territorio de EEUU, realizando donaciones que ayudan a las agencias federales, estados, condados, ciudades y barrios para combatir principalmente la pobreza.
