“Es un día histórico, un día en que se eliminan las barreras”, dijo Kerry en rueda de prensa conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
Kerry, quien confirmó a través de Twitter la intención de viajar el 14 de agosto a La Habana para izar la bandera estadounidense sobre la Embajada de EEUU en la isla, recordó que Rodríguez es el primer canciller cubano que visita Washington desde 1958.
"Estamos decididos a vivir como buenos vecinos sobre la base de respeto mutuo. Y queremos que todos nuestros ciudadanos en los EEUU y Cuba miren hacia el futuro con esperanza. Por ello celebramos este día, el 20 de julio, porque hoy empezamos a reparar lo que se ha dañado y abrir lo que desde demasiado tiempo ha estado cerrado", dijo Kerry en español en la conferencia.
El secretario de Estado añadió que "los cambios no son fáciles, sobre todo cuando las relaciones están profundamente arraigadas, y aunque debemos y podemos aprender del pasado no hay nada más inútil que pretender vivir del pasado".
No obstante, reconoció que aún existen sectores en EEUU que se oponen firmemente al acercamiento con La Habana, particularmente de la comunidad cubano-estadounidense.
"Todavía hay pasión y sentimientos muy profundos. Hay muchos cubano-estadounidenses, que han contribuido a la vida en nuestro país, que se oponen al cambio", señaló, y agregó que durante su vida política aprendió que "no hay nada más difícil que cambiar actitudes y creencias arraigadas profundamente y basadas en experiencias personales".
Por otra parte, Kerry destacó los esfuerzos de acercamiento de Washington también hacia otros países como Vietnam e incluso con Venezuela, "a pesar de las diferencias".
En ese sentido, destacó los últimos contactos mantenidos entre el alto diplomático estadounidense Thomas Shannon con el Gobierno de Nicolás Maduro.