Los grupos de investigación británicos Conflict Armament Research y Sahan Research estudiaron tres casos en los que se sospecha el empleo de armas químicas.
Dos casos fueron registrados en el noreste de Siria y el otro en el norte de Irak, donde un proyectil de artillería de 120 mm fue lanzado cerca de las posiciones kurdas pero no explotó.
Previamente el Ministerio de Exteriores australiano declaró que el Estado Islámico empleó cloro como arma y que reclutaron a especialistas calificados para crear más armas químicas.
La expansión del Estado Islámico por varias regiones de Irak y Siria, es a día de hoy una de las amenazas más graves para la seguridad del Medio Oriente.
De momento no existe un frente único de lucha contra el EI, por un lado lo combate la coalición internacional liderada por EEUU, que bombardea desde el aire las posiciones del grupo, y por otro lado, las tropas gubernamentales de Siria e Irak apoyadas por las milicias kurdas de estos dos países.