El día anterior los islamistas atacaron con morteros los puestos de control militares dejando un balance de varios muertos entre los efectivos de las fuerzas de seguridad.
Egipto lleva a cabo desde hace dos años una operación antiterrorista en el norte de la Península del Sinaí, el bastión de las agrupaciones extremistas que atacan regularmente a los militares y policías del país.
Las incursiones se intensificaron después de que el presidente islamista Muhamed Mursi fuera depuesto en 2013.
La expansión del EI es a día de hoy una de las amenazas más graves para la seguridad mundial.
El movimiento terrorista proclamó un califato en las áreas tomadas y pretende ampliar su zona de influencia con células que actúan en Libia, Yemen y otras naciones del Medio Oriente y el norte de África.
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De momento no existe un frente único de lucha contra el EI, por un lado lo combaten la coalición internacional liderada por EEUU, que se limita a bombardear desde el aire las posiciones del grupo, y por otro lado las tropas gubernamentales de Siria e Irak conjuntamente con los kurdos de estos dos países.