Teherán y los mediadores internacionales China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania alcanzaron el martes un pacto histórico que pone fin a las disputas en torno al problema atómico iraní después de muchos años.
Este acuerdo otorga a Teherán el derecho a desarrollar la energía nuclear con fines pacíficos, lo que generó el temor de que se agrave el tema atómico en los estados vecinos.
"Para ello se requiere solidez económica y estabilidad política, por lo cual es ínfima la probabilidad de que los países colindantes desarrollen este sector", resaltó.
Si bien el pacto logrado puede impulsar una carrera en el área de la energía nuclear pacífica entre los países vecinos de Irán, la creación de una bomba atómica es una tarea difícil por el férreo control, sostuvo Li.
"De hecho la evolución de la energía nuclear a las armas nucleares es muy larga y con la estricta supervisión del OIEA cualquier intento de desarrollar una bomba atómica será infructuoso", apuntó.
"Mientras más riguroso sea el cumplimiento de este acuerdo, menos intensa será esta repercusión", señaló.
Li Weijian opina además que el pacto ha sido resultado de los esfuerzos conjuntos de todos los países mediadores y las aportaciones de las partes.
"Es normal que este acuerdo tenga enemigos dentro de los estados que participaron en las negociaciones. El acuerdo es producto de la voluntad de las naciones y no una decisión de una persona o un partido político. La oposición también tendrá que aceptar el documento", concluyó el experto.