El importante hallazgo abre la posibilidad de que el sistema de planetas alrededor de la estrella HIP 11915, de una edad similar a la de nuestro Sol, pudiera tener un funcionamiento como el del sistema solar, es decir, planetas rocosos orbitando más cerca de la estrella.
El descubrimiento fue posible gracias al espectrógrafo Buscador de Planetas con Velocidad Radial de Alta Precisión (HARP, por sus siglas en inglés), uno de los cazadores de planetas de mayor precisión a nivel mundial, que se encuentra instalado en el telescopio de 3,6 metros perteneciente al ESO en el Observatorio de La Silla, a 600 kilómetros al norte de Santiago de Chile y en pleno desierto de Atacama, a una altura de 2.400 metros.
Por su parte, Megan Bedell, de la Universidad de Chicago y autor principal del artículo concluye: "Luego de dos décadas en búsqueda de exoplanetas, finalmente estamos viendo planetas gaseosos gigantes, similares a los de nuestro propio sistema solar, gracias a la estabilidad a largo plazo de instrumentos cazadores de planetas como HARPS".
"Este descubrimiento es, en todo aspecto, una señal emocionante de que probablemente existan otros sistemas solares, esperando ser descubiertos", según Bedell.
A pesar de que el descubrimiento necesitará de un amplio seguimiento para confirmar las teorías del equipo científico, la estrella HIP 11915 continúa siendo la candidata más prometedora para albergar un sistema planetario de características similares al sistema solar y, por tanto, susceptible de albergar la vida.