El problema inmediato de la isla, ahogada por una deuda que según el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, resulta "impagable", es que como estado libre asociado de Estados Unidos no puede declararse en default para reestructurar su deuda.
"Pero esto solo es así desde 1984, cuando el Congreso decidió que los territorios estadounidenses de ultramar ya no recibirían dicha protección", aseveró Morales.
Sobre los orígenes de la crisis, Morales sostuvo que "Puerto Rico se transformó en un mecanismo de extracción de beneficios y en un refugio para recibir ventajas fiscales para las grandes corporaciones de Estados Unidos, las que, en contrapartida, no reinvirtieron en la isla".
El columnista añadió que sería "ideal" que pudiera declararse en default, "los inversores exigirán duros recortes", algo que ya recomendó el informe redactado por varios economistas encabezados por Anne Krueger, ex número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Todo esto", afirmó, "significará una reducción aun mayor de servicios y empleos, recortes en la salud y un posible descenso del salario mínimo", por más que "el gobernador haya dicho que se opone a que esto suceda", concluyó.
Las autoridades de Puerto Rico iniciaron este lunes una ronda de reuniones con los acreedores privados para negociar una reestructuración de la deuda.