En una entrevista con el digital israelí Ynet, Rosenberg ha explicado por qué abandonó el campo de batalla y ha asegurado que no tiene intención de volver a luchar en Irak y Siria.
Las primeras informaciones de que Rosenberg se había unido a las fuerzas kurdas aparecieron el pasado noviembre. El Shin Bet (servicios de seguridad interna de Israel), que presuntamente la interrogó a su vuelta a Israel, dice que Rosenberg estuvo en Siria desde noviembre hasta principios del 2015, cuando se trasladó a Irak para luchar junto a los peshmerga (fuerzas kurdas).
Teóricamente, abandonó Irak hace una semana y media y voló primero a París y luego a Tel Aviv.
"El papel de Irán y el avance del EI me hicieron comprender que había llegado el momento de volver a Israel", ha indicado Rosenberg, que llegó a Israel procedente de Canadá en el 2006.
"Como judíos, decimos "nunca más" y no hay diferencia entre los judíos y cualquier otro ser humano. (La situación en Siria y en Irak) me conmovió y quería hacer algo para ayudar", ha explicado Rosenberg en la entrevista.
La joven sabía que las fuerzas kurdas tenían mujeres combatientes y decidió unirse a ellas. "No estaba segura de si alguna vez volvería a Israel. Me resultó muy difícil dejar a los amigos junto a los que luché", ha afirmado Rosenberg.