"El nuevo escape (después de la fuga de 2001) ha sido casi profético, porque sabíamos que era experto en hacer narco-túneles", dijo Reveles, autor del libro el Chapo, entrega y traición", quien relata que de los 120 túneles transfronterizos México-EEUU descubiertos en dos décadas, al Chapo se le atribuyen al menos 62.
El Chapo ya había demostrado la eficacia de sus habilidades de viejo topo cuando se escapó dos veces de cerco policiales, entre el 11 y 17 de febrero del año pasado 2014: "una red de túneles conectaba a siete casas al drenaje profundo, que formaban un perímetro de seguridad subterráneo con alta tecnología de construcción", recuerda Reveles.
"El Chapo escapó aquella vez por el drenaje profundo de una de las casas que tenía una tina de baño, que se levantaba con un botón electrónico y conectaba a un túnel, sellado con placas de acero como caja fuerte; y ese dispositivo le dio un tiempo valioso para escapar", relata Reveles.
El Chapo es un experto en narco-túneles —dice el autor de la biografía—, quien incluyó en su libro un capítulo completo en su obra, titulado "Un Chapo con vocación de topo", dedicado al "campeón en materia de construcción de túneles a través de la frontera México–EEUU".
El capo de 58 años nacido en Sinaloa, horadó decenas de veces bajo tierra la frontera binacional México-EEUU entre Sonora y Arizona, en la región de Nogales, donde aprovechaba los resumideros subterráneos construidos para desalojar las inundaciones pluviales; o construyendo sofisticados conductos por largos trayecto del subsuelo.
Alta seguridad penetrada
"Si el túnel se hizo de adentro hacia afuera, la pregunta es cómo sacaron la tierra; pero si se fabricó de afuera hacia dentro quiere decir que el Chapo consiguió los planos de su propia prisión de máxima seguridad", dice el experto, quien señala las obras de reconstrucción de los acueductos en marcha entre los plantíos de maíz que rodean el penal.
El enorme centro penitencial es "una imitación de los penales franceses, me lo ha dicho el constructor del penal de Puente Grande", en el estado de Jalisco, de donde se fugó el Chapo en enero de 2001, ocho años después de ser capturado en Guatemala por quien llegaría a ser el presidente actual Otto Pérez Molina.
"Es el túnel de la corrupción de millones de dólares, de otro modo nadie puede sacar toneladas de tierra y perforar la máxima cárcel de América Latina", dice Reveles.
De la ducha a la libertad
El túnel llegó a la ducha donde del narcotraficante número uno del mundo: "estaba preso en un sótano, es decir lo más cerca posible del subsuelo, allí llegó un túnel de un metro y medio conectado a otro vertical de 10 metros de profundidad, adaptado con una motocicleta montada sobre rieles", describe el experto.
Un dispositivo similar tenía uno de los más celebres túneles construido para traficar drogas desde Tijuana a San Diego por Guzmán, apodado el Chapo por ser "chaparro", como se le llama en México a la gente pequeña, como el capo de 1,55 metros de estatura.
"El narco-túnel a 10 metros bajo tierra tenía una longitud de casi 200 metros y estaba dotado de ventilación, iluminación, rieles para transportar la droga sin perder tiempo en cargarla", relata Reveles en su libro.
Otra vía clandestina perforada en el subsuelo apareció en julio de 2012: tenía revestimiento en las paredes para evitar derrumbes, luz eléctrica, ventilación y carritos transportadores.
Oro narco-túnel iba de una casa cerca del aeropuerto internacional de Tijuana hasta una calle de un suburbio en California, EEUU, donde la policía encontró casi 8 toneladas de marihuana en 2011.
"El gobierno se esfuerza en darnos la hora (8:53 de la noche) en la que fue visto por última vez para tomar sus medicamentos, lo que ya no nos dice es a qué hora se dieron cuenta que ya no estaba, ¿segundos, minutos, horas después?", interroga Reveles.
EEUU esperaba la pronta extradición del jefe del Cartel de Sinaloa, y a pesar de que el ex procurador General Jesús Murillo dijo que lo extraditarían dentro "dentro de 300 o 400 años", Reveles apostaba que la extradición estaba cerca.
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Pero el Chapo se ha adelantado, con su experiencia sacada del tiempo en el cual estuvo preso en la misma cárcel, desde donde se hizo cambiar a Puente Grande, Jalisco, para su fuga en el carro de ropa sucia en 2001.
Las miradas ahora apuntan al presidente Enrique Peña: "el impacto es pésimo, en febrero 2014 "la información de inteligencia de EEUU se lo entregó en charola de plata para hacer aparecer al presidente mexicano como un triunfador". En plena gira por Francia esa reputación se ha esfumado.
