"Varios países pasan por crisis graves, pero solo Brasil tiene una característica específica: estamos pasando por un momento extremadamente duro", explicó Rousseff en su discurso tras el encuentro con los líderes de Rusia, China, India y Sudáfrica, aunque recordó que su Gobierno "trabaja duro" para salir lo antes posible de la crisis.
"Brasil tiene los fundamentos necesarios para su rápida recuperación. No se trata de creerlo o no, apostamos por eso porque no tenemos una visión rosa de la situación", aclaró a la vez que recordó el reciente lanzamiento del Programa de Protección al Empleo (PPE) con el que su Gobierno evitará el despido de 50.000 trabajadores en 2015.
En este sentido, la presidenta brasileña apostó por los BRICS como solución a la crisis de crecimiento que atraviesa el planeta y sentenció que "los países emergentes y especialmente los BRICS serán la fuerza motriz del desarrollo global" y añadió que "su peso específico deberá reflejarse en la instituciones de gobierno internacional".
Por último, la presidenta hizo hincapié en señalar la necesidad de reformular tanto el Fondo Monetario Internacional así como el Consejo de Seguridad de la ONU, el cual considera que a través de una reforma que permita la incorporación de países emergentes, una antigua aspiración de Brasil, el organismo "será más legítimo y eficaz a la hora de garantizar la paz y la seguridad internacional".