Los líderes de los países de la organización (China, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán) se reúnen esta semana en la ciudad rusa de Ufa.
Ese planteamiento deriva de "una mentalidad obsoleta de la guerra fría", añade, y defiende su modelo como ejemplo a seguir.
"Si Occidente se atiene a los hechos, verá un nuevo modelo de relaciones internacionales creado por la OCS basado en la colaboración y no en las alianzas contra un tercero", continúa.
Como ejemplo cita la inclusión de India y Pakistán, dos países tradicionalmente enfrentados, y que bajo la organización podrán mejorar sus relaciones bilaterales.
"La voluntad de los países de entrar en la OCS refleja el hecho de que el espíritu de Shanghái consistente en la confianza y el beneficio mutuos, la igualdad, el respeto por la diversidad cultural y la persecución de un desarrollo común se ha visto reconocido ampliamente por la comunidad internacional", asegura Xinhua.
La cumbre se plantea como una oportunidad para que el presidente ruso, Vladimir Putin, profundice su giro hacia Oriente después de las sanciones de Occidente por la crisis de Ucrania.