Entre los acuerdos firmados, destacaron el Acuerdo Bilateral sobre Cooperación en Defensa (ACD) y el Acuerdo de Protección de Informaciones Militares Sigilosas (GSOMIA), este último supuso la creación según el Ministerio de Defensa de Brasil "un marco jurídico para el intercambio de informaciones militares sigilosas de manera más segura".
Esta aparente paradoja, se produjo apenas una semana antes de la visita de Dilma Rousseff a la ciudad rusa de Ufa, donde estos días discurre la VII Cumbre de los BRICS, en la que entre otros asuntos se tratarán las sanciones de EEUU y la UE a Rusia a consecuencia de su participación indirecta en el conflicto de Ucrania.
Tema: VII Cumbre de los BRICS
Sin embargo, en declaraciones a Sputnik Nóvosti, el responsable de comunicación del Ministerio de Defensa de Brasil, Roberto Cordeiro, aseguró que "los acuerdos presentados en EEUU fueron aprobados previamente por el Congreso Nacional de Brasil" y están destinados principalmente "al intercambio entre ambos países de informaciones en el área de tecnología militar".
En este sentido, Cordeiro afirmó que la presencia del ministro de Defensa, Jaques Wagner, en Rusia se produciría como "un miembro destacado del gobierno de Rousseff más que como ministro de Defensa" y reiteró que "Brasil no tiene en su agenda tratar temas militares o de defensa en la cumbre" pero que "no habrá ningún problema en abordar este tipo de cuestiones con países miembros del bloque BRICS".
No obstante, en opinión de David Michael Miranda, coordinador internacional de la campaña por el asilo de Edward Snowden y colaborador junto a su compañero, el periodista norteamericano Glenn Greenwald, en el estudio de documentos obtenidos por Snowden y Wikileaks, "será interesante ver cómo Rousseff justifica ese tipo de tratados tan ambiguos con socios como Rusia y China".
Además, el Miranda recordó que los acuerdos mantenidos en EEUU "no solamente conciernen al sector de la defensa, sino a grandes compañías que operan con datos e informaciones en internet como Facebook y Google", por lo que la postura de Rousseff en los últimos dos años de conseguir independencia cibernética de Brasil respecto a Estados Unidos habría quedado relegada.