El valor del parqué de Shanghái ha sufrido pérdidas ya del 32 % respecto al techo alcanzado a mediados de junio, que finalizaba un espectacular ascenso del 150 % en apenas un año.
Las pérdidas en menos de un mes equivalen al doble de todo el mercado bursátil de La India o al PIB de Reino Unido.
Casi la mitad de las 2.800 compañías representadas en las dos bolsas habían detenido su cotización hoy, de forma voluntaria, para mitigar la caída, o porque alcanzaron el límite legal del 10 % de pérdidas.
Apenas 83 de las 1.500 compañías que aún mantienen su cotización evitaron los números rojos al final de la jornada.
Las pérdidas alcanzaron incluso a las grandes compañías estatales, que habían sido protegidas por las medidas gubernamentales para que liderasen una remontada que los analistas consideran lejana.
"El pánico de los inversores y sus irracionales liquidaciones han provocado una falta de liquidez en las bolsas", ha manifestado hoy Deng Ge, portavoz de la Comisión Reguladora de Valores de China, en lo que supone el mayor reconocimiento oficial de que la situación amenaza con escaparse de control.
Las medidas fueron leídas en las noticias del mediodía de la televisión pública con el objetivo de calmar a los inversores.
El pasado fin de semana, Pekín ya dispuso la adquisición de 120.000 millones de yuanes en acciones con fondos de la Corporación de Financiación del Mercado de Valores de China.
También aprobó una moratoria temporal de nuevas salidas a bolsa para evitar que el capital se dispersase aún más y ordenó que las compras de acciones se concentrasen en las grandes compañías públicas.
Los expertos han asegurado que, a pesar de la corrección de casi el tercio del valor, muchas de las acciones siguen sobrevaloradas y queda aún mucho margen de caída.
La revalorización de las bolsas durante el pasado año se produjo en paralelo al menor crecimiento económico de China en décadas.
El mercado chino ha arrastrado a los de la zona asiática: la bolsa de Hong Kong, vinculada parcialmente a la de Shanghái, ha caído un 5,84 %, mientras la de Tokio registraba pérdidas del 3,14%.