“Conviene endurecer las sanciones contra ladrones de bicicletas”, afirma el diputado y promotor del proyecto, Vladímir Petrov, quien propone equiparar este delito a ‘robo de vehículo’.
Los hurtos de bicicletas, cuyo auge coincide con el verano, se multiplican en Rusia a un ritmo del 20% anual.
“El incremento tiene que ver con el desarrollo de la infraestructura ciclista en las ciudades de Rusia y la aparición de bicicletas exclusivas cuyo precio puede alcanzar hoy los 40 mil dólares”, aclara el legislador.
Según la ONG Rusvelos, se robaron el pasado año 5.416 bicis en comparación con las 4.684 un año antes.
Las normativas vigentes en Rusia no incluyen la bicicleta en la categoría de ‘medios de transporte’, y el hurto sin agravantes se castiga con multas o, como mucho, 12 meses de cárcel o trabajos correccionales.