En concreto, los abogados de Marin, de 83 años, esgrimirán la avanzada edad del detenido para argumentar a favor de un acuerdo que le permita cumplir la pena íntegramente en su apartamento de Nueva York o, si fuese posible, en su domicilio en Brasil aunque esto supusiese el pago de una cuantiosa multa.
Otro de los argumentos recogido por el diario brasileño Folha de Sao Paulo, sería que la defensa de Marin podría oponerse a la extradición debido a que el crimen de conspiración, uno de los tres que se le achacan, no existe en la legislación brasileña y apenas es reconocido parcialmente en Suiza.
Paralelamente, los abogados de Marin en Estados Unidos estarían negociando con el fiscal del Tribunal de Justicia de Brooklyn, donde se tramita el proceso FIFA, para llegar a un acuerdo económico que evitaría el ingreso del anciano en la penitenciaria del barrio neoyorquino a cambio de cumplir la pena en su domicilio de Manhattan.
En caso de que todas las instancias rechacen sus peticiones el expresidente de la CBF será llevado a EEUU donde responderá ante el juez en Nueva York.
Según las informaciones de la prensa brasileña, Marin habría invertido hasta el momento un millón de reales (unos 319.000 dólares) para pagar a los prestigiosos abogados suizos, Georg Friedli y Rudolf Wyss, así como 935.000 reales (298.000 dólares) para los abogados que le representan en Estados Unidos.