El área de cultivo de coca creció 44% en 2014 respecto al año anterior, pasando de 48.000 hectáreas a 69.000, mientras que la producción potencial de cocaína aumentó 52%, pasando de 290 toneladas a 442, según el informe.
La publicación destaca el impacto positivo que han tenido los proyectos de desarrollo alternativo en el país, que apuntan a generar fuentes alternativas de ingresos para los agricultores que dependen de cultivos ilícitos de coca.
En los últimos 11 años estos proyectos han “impactado positivamente” a unas 180.000 familias, dijo el informe.
El representante de la UNODC en Colombia, Bo Mathiasen, instó al gobierno colombiano a profundizar este tipo de proyectos.
“Los cultivos ilícitos no han traído desarrollo positivo a ninguna comunidad en ninguna parte del mundo”, agregó.
El informe advierte también sobre las consecuencias del aumento del cultivo y la producción de cocaína en el país, en momentos en que el consumo se ha reducido a nivel mundial, según se desprende del Informe Mundial de Drogas, presentado por el organismo el 26 de junio.
“Bajo estas circunstancias, no es claro el destino de la cocaína que se estaría produciendo en Colombia, una mayor oferta implicaría que el riesgo de aumento del consumo interno o en la región, es mayor”, alerta el informe.