Hace 50 años cayeron en esa zona dos de las cuatro bombas termonucleares que portaba un B-52 estadounidense que chocó en pleno vuelo con otra aeronave procedente de la base aérea militar de Morón de la Frontera, en Sevilla.
La organización ecologista acusa a las instituciones de "haber permitido" la existencia durante diez décadas de "un cementerio nuclear al aire libre".
Según el comunicado hecho público este jueves, los medioambientalistas piden la declaración del presidente del CSN para que explique por qué el organismo "no avisó hace cincuenta años del peligro que supone remover tierras contaminadas", y por qué el Plan de Rehabilitación de Palomares está "parado desde hace cinco años".
El colectivo alega que en 1966 los estadounidenses hicieron "solo una limpieza publicitaria" y señala que, de los nueve kilos de plutonio que cayeron en la zona de Cuevas de Almanzora, "solo se llevaron a Savannah River (Carolina del Sur, EEUU) un 3%, lo que se traduce en mil metros cúbicos de tierra contaminada".
Ciemat reconoce ahora que "hay que limpiar 50.000 metros cúbicos más".
"Todos los responsables de la Junta de Energía Nuclear, el Ciemat, el CSN, y los sucesivos Gobiernos de la dictadura y de la democracia sabían desde el principio que la mayoría de los nueve kilos de plutonio continuaban esparcidos por Palomares pero, a pesar de saberlo, han negado su existencia y han permitido durante más de cuarenta años que los agricultores y obreros de la construcción pongan en peligro sus vidas levantando al aire tierras contaminadas de plutonio", denuncian los ecologistas.
El Gobierno español reconoció, tras una pregunta en el Congreso del grupo Izquierda Plural, que se está retrasando un acuerdo con EEUUU sobre la descontaminación definitiva de Palomares.
En su pregunta, el diputado José Luis Centella incidía en que la zona "necesita ser descontaminada radiológicamente de plutonio y americio" ya que son dos elementos "extremadamente radiactivos concentrados en cuatro parcelas de casi 20 hectáreas".
El Ejecutivo contestó que durante su visita a España en 2010, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, acordó constituir un grupo de trabajo a nivel federal estadounidense para considerar las demandas españolas.