En entrevista con Sputnik Nóvosti, el periodista y director del portal de noticias 'Carta Maior', Joaquim Palhares, explica que los ataques cada vez más intensos hacia el expresidente y el Partido de los Trabajadores (PT) responden a un intento de la derecha del país y del presidente norteamericano, Barack Obama, de "destruir la imagen de Lula e impedir su retorno".
"Cuando en la Cumbre del G20 de abril de 2009 Obama bromeó llamando a Lula "My Man" y diciendo que era el político más popular del mundo, en realidad se estaba desahogando", afirma el veterano periodista, de 68 años, para quien "no existe duda" de que la oferta de Barack Obama en 2014 para que Lula da Silva se convirtiese en el próximo Secretario General de la ONU fue "un intento fracasado por alejarlo de su retorno a la actividad política y del liderazgo en Latinoamerica".
La intención entonces del presidente estadounidense era enviar a Lula a un "retiro dorado".
"Lula era sin duda quien merecía aquel Premio Nobel de la Paz que fue vergonzoso, era el político más popular a nivel mundial gracias a sus políticas por un mundo más justo y alejado del imperialismo que se instaló tras el fin de la Guerra Fría", declaró Palhares quien cree que "si Brasil fuese un país soberano se posicionaría claramente del lado de Rusia y China".
En su opinión, el Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB) a través de sus líderes, Fernando Henrique Cardoso, José Serra, Aécio Neves y Geraldo Alckmin, a quienes considera "representantes de los intereses norteamericanos en Brasil", estarían maniobrando junto a los grandes medios de comunicación para "hundir la imagen del PT y especialmente de Lula".
"El ADN norteamericano está presente en la derecha golpista de Brasil que no posee un líder del tamaño de Lula da Silva", insistió Palhares quien se lamentó del tratamiento de la prensa y la Justicia de Brasil del escándalo de Petrobras: "Jamás en la vida vi a jueces apareciendo en seminarios del grupo Globo o la Policía Federal filtrando sus investigaciones a la prensa".
Por último, el periodista advirtió de una agenda de "golpe suave" entre prensa, partidos de derecha y con el apoyo sutil de los Estados Unidos cuyo objetivo último es "acabar con la resistencia de Rousseff y Lula para poder reinstaurar los gobiernos neoliberales y serviles del PSDB que servirán con gusto a los intereses de Obama".