Han, citado por la agencia Yonhap, subrayó que el riesgo de una provocación por parte de Pyongyang va en aumento.
Al intervenir en una reunión bianual con más de 150 mandos del Ejército, el ministro ordenó a los militares que hagan Norte pagar "un precio amargo" por cualquier "provocación temeraria", como el ataque naval de 2002 cerca de la línea divisoria en el mar Amarillo.
La represalia golpearía tanto el origen de la provocación, como también las fuerzas de apoyo y mando, alertó.
"Debemos conseguir que Corea del Norte se dé cuenta de que no puede alcanzar ningún fin con provocaciones y amenazas", afirmó el ministro.
Anteriormente, Han Min-koo dijo a la prensa que el Norte podría dar un paso "estratégico, provocativo" hacia octubre, cuando se celebre el aniversario de la fundación del partido comunista en el poder. Mencionó en particular la posibilidad de un lanzamiento de cohete de largo alcance.