El plan europeo fue eliminar "cualquier esperanza de que es posible acabar con la miseria, el ascetismo", dijo Tsipras y añadió que "los europeos quisieron demostrar que no hay otra alternativa para Europa. Nos presentaron un ultimátum de 48 horas".
"No creo que hayan querido expulsarnos de la zona euro y no lo harán. El precio de la bancarrota de cualquier país de la eurozona sería enorme para todos los miembros de la unión", declaró Tsipras.
Tema: Posible salida de Grecia de la Eurozona
El primer ministro dijo que el objetivo de los europeos es que Grecia ceda el control de todas sus políticas a los acreedores.
Subrayó que el objetivo del plebiscito es decidir si se acepta o no el ultimátum de aquéllos.
"Son los bancos a los que se puede declarar en quiebra, no a pueblos o países", advirtió.
También dio a entender que su Gabinete renunciará en caso de que los votantes digan "sí" al acuerdo con los acreedores.
"Si el pueblo opta por la miseria que nos impide erguir la cabeza, respetaremos su opción pero no vamos a servirla", dijo.
El monto a pagar asciende a los 1.600 millones de euros (unos 1.700 millones de dólares).
El sábado el Eurogropo se reunió en Bruselas para abordar la situación de Grecia. Los ministros de Finanzas de la eurozona se negaron prorrogar el programa de rescate como pedía el país heleno.
Durante su anuncio, explicó que el Eurogrupo se negó extender el programa de rescate por unos días hasta que el referéndum tenga lugar, por lo que Atenas se quedará sin fondos para realizar el pago.
Los efectos del colapso en las negociaciones entre Grecia y los acreedores se sintieron en las bolsas de todo el mundo. Las bolsas de Europa y Asia registraron bajas abruptas.