Anteriormente el Ministerio del Interior del país informó que enviaría a las zonas turísticas a 1.000 policías y reforzaría las medidas de seguridad.
El pasado viernes en el balneario tunecino de Port el Kantaoui un hombre que se hizo pasar por un veraneante abrió fuego contra los turistas que se encontraban en la playa. Posteriormente el ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
Cientos de turistas han abandonado Túnez y decenas de vuelos provenientes de Europa fueron cancelados.