"La intención del carril bici es abrir la Avenida Paulista para todo el mundo, no solo coches sino peatones y vehículos no motorizados", declaró el popular alcalde quien definió el proyecto de seis meses de duración y 12,2 millones de reales (3.899 millones de dólares) de inversión, como "un símbolo de calidad de vida".
Con 2,7 kilómetros de extensión y 2,8 metros de ancho señalados con pintura roja y 18cms sobre el nivel del tráfico, el nuevo carril bici intentará ayudar a reducir el volumen de tráfico en una de las ciudades más congestionadas del mundo, un proyecto ambicioso que ha llevado a su alcalde a construir 238,3 kilómetros de carril bici durante su mandato y aspira a conseguir los 400 kilómetros.
Today, São Paulo will open a bike path on its most famous street http://t.co/BATXoP0bep http://t.co/yDGd6oB6Te pic.twitter.com/Xr3PKsGhU7
— Jon Orcutt (@jonorcutt) June 28, 2015
A pesar de que un estudio del blog Ciudades sin Fronteras reveló que el 57,7% de los paulistanos jamás usarían la bicicleta como medio de transporte alternativo para desplazarse al trabajo, el ayuntamiento de la ciudad aspira a que las nuevas generaciones cambien sus preferencias en los próximos años como explicó el secretario municipal de Educación, Gabriel Chalita: "La juventud ve con buenos ojos las novedades y quieren apropiarse de los espacios de la ciudad, muchos no quieren tener automóvil".
Paralelamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), colocó a Sao Paulo como la sexta ciudad con el aire más contaminado del mundo solamente superada por Ciudad de México, Pekín (China), El Cairo (Egipto), Jakarta (Indonesia) y Los Ángeles (Estados Unidos), sin embargo, al contrario que todas las demás ciudad en Sao Paulo la contaminación industrial es inexistente y el 92% de la polución es causada directamente por las emisiones de los vehículos.