En concreto, el artículo detalla cómo con la llegada al organismo en marzo de 2012 del expresidente, José Maria Marin —en la actualidad detenido en Suiza por corrupción-, Del Nero fue nombrado vicepresidente de la CBF y comenzó una vertiginosa actividad inmobiliaria en las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo.
Tema: Escándalo de corrupción en la FIFA
En total, el patrimonio de Del Nero pasó en tres años de los 3,25 millones a los 8,95 millones de reales (de 1,05 a 2,89 millones de dólares), todo ello a base de lujosos apartamentos, dos de ellos en áreas nobles de Río de Janeiro y otro en Sao Paulo, con un desembolso oficial de 5,7 millones de reales (1,84 millones de dólares).
Lo más sorprendente de los gastos de Del Nero, que ascendieron a unos 158.000 reales mensuales (51.095 dólares) desde junio de 2012, es que su salario como vicepresidente apenas debería estar aportando 10.000 reales mensuales (3.233 dólares), es decir, cinco veces menos del salario recibido en su etapa anterior como presidente de la Federación Paulista de Fútbol, con 50.000 reales mensuales (16.169 dólares) y un patrimonio de 922.015 reales (298.170 dólares).
Las sospechas sobre el patrimonio de Del Nero vienen, además, sostenidas por las investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos y el FBI, en el que Del Nero podría aparecer, según la descripción, bajo el seudónimo "coconspirador 12", lo que provocó gran revuelo en el país aunque no el suficiente para que dimitiese de su cargo en la CBF.
Por su parte, el máximo organismo del fútbol brasileño quiso zanjar la cuestión al comunicar a través de una nota oficial que "todas las informaciones del contribuyente Marco Polo Del Nero están a disposición de la Hacienda Federal con la que el dirigente está rigurosamente al día".