El tinte de las protestas, continuó el parlamentario ruso, "es claramente político ya que desde el principio el propósito ha sido derrocar al Gobierno actual, que cuenta con el apoyo de Rusia y se ha unido al proyecto euroasiático".
"Pero las autoridades cuentan con suficiente influencia como para que la situación no se les salga de las manos y derive en un nuevo Maidán", dijo Slutski, haciendo alusión al movimiento de protesta de 2013 en Ucrania.
Las movilizaciones se iniciaron el viernes pasado en la plaza de la Ópera, en el centro de Ereván y la noche del lunes se realizó una marcha hacia la residencia del presidente del país.
El martes por la mañana las fuerzas antidisturbios de la policía dispersaron a los manifestantes con un saldo de 240 detenidos, incluidos periodistas y unos 25 heridos.
La policía informó que todos los detenidos han sido puestos en libertad.