No hay información sobre el identidad del ejecutado, ni sobre su caso.
La última vez que se aplicó la pena capital fue en agosto pasado y actualmente otras 125 personas están esperando la ejecución en Japón.
En general, las ejecuciones se llevan a cabo mucho tiempo después de dictarse la sentencia y el condenado puede ser informado tras años de espera que será ajusticiado ese mismo día.
En Japón, se ejecuta en la horca.
Las organizaciones de los Derechos Humanos urgen a Japón a renunciar al ahorcamiento, pero los sondeos de la opinión pública muestran que el 85% de la población apoya la pena de muerte.