Los diplomáticos rusos hicieron este llamamiento en una entrevista que ofrecieron a RIA Nóvosti en ocasión del 65 aniversario de la Guerra de Corea (1950-1953).
"La península sigue balanceándose al borde de una crisis político-militar y cualquier 'chispa' puede provocar un conflicto", comentó el embajador ruso en Seúl, Alexandr Timonin.
Señaló que el trágico incidente que provocó el hundimiento del buque de guerra surcoreano Cheonan en el mar Amarillo en 2010 "mostró cuán inestable y explosiva es la situación".
El diplomático dijo que la única vía para resolver los problemas que aquejan a la península de Corea son las negociaciones con la participación de todas las partes interesadas.
"Claro que estas negociaciones (…) son posibles únicamente en el contexto de una distensión política y militar en la península y en torno a ella", subrayó Timonin.
A su vez, el embajador de Rusia en Pyongyang, Alexandr Matsegora, recordó que Moscú "es partidario de un sistema de seguridad equitativo e indivisible en la península que consideraría los intereses de cada una de las partes".
"Por lo tanto insistimos en reanudar las negociaciones a seis bandos que contribuirían a la seguridad y la paz en la península de Corea", comentó.
También señaló que algunos proyectos económicos con la participación de Rusia y las dos Coreas ayudarían a mejorar la situación.
Así, el proyecto bilateral más importante –reveló Matsegora– es el complejo de trasbordo construido en el puerto norcoreano de Rajin, que incluye el puerto modernizado y un tramo ferroviario de 54 kilómetros que parte de la frontera ruso-coreana.
"Si en este proyecto se incorporan empresas surcoreanas, llegará a ser trilateral y favorecerá los contactos entre las dos Coreas, además de aportar ventajas económicas para sus participantes", destacó el embajador ruso en Pyongyang.