"La presión que se ha ejercido sobre algunos países para no permitir la ruptura de la unidad de la EU parece haber sido muy fuerte", dijo Sapir.
El notable economista señaló que si la unidad de los países que integran la UE hubiese sido quebrada, y una decisión como la prolongación de las sanciones no hubiera sido apoyada, eso sería una muestra de debilidad de esa organización.
"Por una parte, para Alemania y para países como Polonia o los Estados del Báltico no había ninguna razón para cambiar el régimen de las sanciones vigente, por otra parte, los países que podían haber roto la unión de la UE, tales como Grecia y Hungría, se encuentran a la espera de decisiones que deberán ser tomadas", destacó el experto.
Sapir destacó que la decisión de prolongar las restricciones antirrusas era de esperar, aunque en el momento actual presentó matices políticos relacionados con el aumento de problemas en el seno de la propia UE.