"Con este plan garantizamos los recursos necesarios para atender a más de 230.000 familias", dijo la presidenta Rousseff durante su discurso de presentación en el Palácio de Planalto de Brasília, sede del gobierno, a la vez que recordó que "el 30% de la compra de alimentos hecha por la administración pública federal será de la Agricultura Familiar".
De hecho, según los cálculos del Ministerio de Desarrollo Agrario, el gobierno de Brasil dedicará aproximadamente 1.300 millones de reales (426 millones de dólares) extra para la compra de productos de Agricultura Familiar en el marco del Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), el cual promueve el acceso a la alimentación a personas en situación de inseguridad nutricional así como las atendidas por la red pública socioasistencial.
Según explicó el ministro de Desarrollo Agrario, Patrus Ananias, el aporte será "el mayor jamás destinado y representa un aumento del 20% respecto al año anterior", además, Ananias recordó que, desde 2002, las ayudas al sector por parte del gobierno aumentaron desde los 2.300 millones (751 millones de dólares) a los 28.900 millones de reales actuales.
Los créditos a los agricultores previstos en el programa y facilitados por el Progarma Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (PRONAF), tendrán intereses por debajo del valor del precio de mercado que variarán entre el 0,5% y 5,5% anual en función de las condiciones del agricultor y que, en ningún caso, superarán el 4,5% en el caso de familias de rentas por debajo de la media o de regiones áridas del Nordeste.
"A pesar del contexto de los necesarios ajustes ficales en el que vivimos, conseguimos ampliar los recursos para este plan y mantener bajas las tasas de interés", explicó Ananias quien resumió la medida como "muestra del compromiso de la presidenta Rousseff con aquellos que más lo necesitan y trabajan para producir el alimento de las familias brasileñas".