El viejo escritor vuelve ahora a pasearse por el poblado costero de Cojímar, se sienta en la cubierta de su histórico yate El Pilar y nos hace un guiño desde una ventana en Finca Vigía, congratulándose del acercamiento entre sus dos patrias, aunque haya tenido que esperar una eternidad.
Y aunque no es una novedad en La Habana el Coloquio Internacional Ernest Hemingway, que llega ya a su edición número 15, sí es la primera vez que se celebra desde el anuncio de la normalización de relaciones.
En este contexto, la participación de estudiosos e investigadores estadounidenses de la vida y trayectoria del Premio Nobel de Literatura, ha sido más amplia que nunca, con la presencia de profesionales de universidades de Texas, Pensilvania, California y Ohio, entre otros.
Ellos, como muchos otros norteamericanos que se acercan al refugio cubano del genial escritor, recorrieron la casa donde vivió por 22 años y conocieron otros lugares de la ciudad que frecuentaba el autor de “El viejo y el mar”. En Finca Vigía se conserva también el yate Pilar, desde donde el propio novelista pescaba en las aguas del Golfo.
Por otro lado, pocos días atrás se recordaba esa faceta del también Premio Pulitzer, cuando136 pescadores provenientes de siete países participaron en el Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja “Ernest Hemingway”, evento creado por el propio escritor.
Desde la playa de Baracoa al oeste de la capital, hasta el balneario de Guanabo en el este, se desarrolló la competencia, que a diferencia de los tiempos de Hemingway, ahora es ecológica y los ejemplares capturados son liberados posteriormente.
Han sido varios los eventos marítimos entre Cuba y Estados Unidos que han recordado al insigne escritor, como la regata Havana Challenge, con más de cien participantes, que además de constituir un desafío a las corrientes marinas, propició el contacto entre cubanos y norteamericanos.
Las embarcaciones estadounidenses junto a otras cubanas realizaron demostraciones en el litoral habanero, frente al Malecón, y una competencia de los Hobbie Cats.
“Esto es un momento histórico, porque por fin logramos, después de tanto trabajo, tanto esfuerzo, que barcos norteamericanos fueran autorizados para realizar eventos náuticos de Estados Unidos a Cuba, y de participar en eventos organizados por nosotros”, declaró el comodoro del Club Náutico Hemingway, José Miguel Díaz Escrich.
En otra regata procedente de Estados Unidos, en ese caso de Sarasota, en la Florida, participaron los propios nietos de Ernest Hemingway.
Y es que el escritor se ha convertido en un puente entre ambas orillas, que ha logrado unir lo que la política desunió.
Hemingway "va a tener una magnitud cada vez mayor en la medida que vayan mejorando las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, sobre todo cuando quede eliminado el bloqueo", aseguró Julián González, ministro cubano de Cultura.
Y ese día, desde donde esté, seguramente sonreirá quien, además de norteamericano, se consideraba a sí mismo “un cubano sato”.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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