Irlanda del Norte es la única administración autonómica que no implementó los recortes en gasto público introducidos por el anterior gobierno central, formado por conservadores y liberal demócratas.
Sinn Fein mantiene el veto a la austeridad en un pulso abierto no solo con el gobierno de Londres sino también con sus socios en el Ejecutivo de Belfast, el Partido Unionista Democrático, que puede llevar al colapso de las instituciones autonómicas.
"No quiero que caiga el gobierno compartido en Irlanda del Norte, tampoco quiero que se disuelvan las instituciones autonómicas, pero no estoy dispuesto a reducir mi papel al de un mero gestor de los recortes tories", advirtió McGuinness a Sputnik Nóvosti tras bajar del estrado en la plaza de Westminster.
El ex combatiente del IRA reconoció que "todos luchamos por una causa común" y expresó su alarma por "el efecto perjudicial que la política de austeridad y económica" del Gobierno central tiene en la sociedad norirlandesa, que aún se resiente de tres décadas de conflicto armado.
"Si el gobierno tory no reconoce la situación especial de Irlanda de Norte y actúa consecuentemente hay un riesgo real de que colapse el autogobierno compartido", aseguró a esta agencia.