A la vez, sostuvo que Rusia podría convertirse para Nicaragua y América Central en una puerta de entrada a la inversión en la Unión Económica Euroasiática (UEE), un bloque que integran también Bielorrusia, Kazajistán y Armenia.
Asimismo apostó por el comercio y la transferencia tecnológica.
En este contexto, el ministro señaló que la delegación nicaragüense exploró en concreto en el Foro de San Petersburgo la posibilidad de desarrollar proyectos conjuntos con la ciudad portuaria rusa de Sebastopol con la mirada puesta precisamente en el canal interoceánico, una obra que contempla la construcción de dos puertos de aguas profundas y un centro logístico mundial.
Con una capacidad de 5.100 barcos anuales, se calcula que se necesitará no más de 30 horas para cruzarlo.
La nueva ruta marítima sería una alternativa al Canal de Panamá, situado a solo 600 kilómetros del futuro canal nicaragüense.
Las autoridades del país prevén que el canal interoceánico atenderá el cinco por ciento del comercio mundial, duplicará el Producto Interior Bruto (PIB) del país y generará más de 250 mil empleos.