Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Política y Económica, piensa que si Grecia sale de la zona euro, podría solicitar préstamos a Moscú y Pekín, y más aún, aplicar una política exterior independiente.
"Estados Unidos no quiere esto", señala Weisbrot.
Altos cargos políticos a ambos lados del Atlántico, en opinión del experto, comparten el miedo de que Grecia rompa las reglas.
"La amenaza de las autoridades europeas, de que van a cortar los créditos a Grecia si su Gobierno no hace lo que quieren, no es creíble en realidad", agrega Weisbrot.
Un destacado activista antibélico Jon Utley, quien publica la revista The American Conservative, dice a Sputnik que el Gobierno alemán también teme a un posible acercamiento de Grecia a Rusia y China, si queda fuera de la zona euro o eventualmente abandona la UE.
"Los alemanes salvarán a Grecia al final porque no se atreven a enfrentar las consecuencias de un derrumbe de la Unión Europea", indica.
Políticos de la UE, a juicio de Utley, recelan que el Gobierno de la izquierda radical en Atenas, dirigido por Syriza, haga causa común con naciones que no pertenecen a las esferas de influencia de la UE y de EEUU.
"Como resultado, las autoridades europeas están saboteando deliberadamente la economía griega, y la han empujado a la recesión, con el fin de minar el apoyo al Gobierno de Syriza", opina el experto.
Utley aclara que "la estrategia (de la UE) es cambiar el régimen, para obtener otro Gobierno que hará lo que quieren".