Según el gobierno, el hallazgo supondrá unos ingresos de 1.700 millones de dólares para el país una vez que empiece su explotación en 2017, y su operación se llevará a cabo con la empresa petrolera YPFB Andina (con capital estatal) y la española Repsol.
Se calcula que la nueva reserva, situada en Yapacaní (departamento de Santa Cruz), producirá 5.600 barriles diarios y la inversión prevista por YPFB para poner los pozos en funcionamiento ronda los 220 millones de dólares.
Según La Razón, el presidente Morales advirtió que las organizaciones ambientalistas e indigenistas que se oponen a la explotación podrán ser expulsadas del país si interfieren en las operaciones.