El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, se reúne este miércoles en Washington con la secretaria de Estado Adjunta de Estados Unidos para América Latina, Roberta Jacobson, a quien propondrá organizar un encuentro entre Morales y su par estadounidense Barack Obama, informa el diario boliviano La Razón.
El canciller procura acelerar el proceso de normalización de relaciones entre los dos países, interrumpidas en 2008 cuando Morales expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg, acusándolo de conspirar contra su Gobierno, y la administración de George W. Bush (2001—2009) replicó con una medida similar hacia el representante diplomático boliviano Gustavo Guzmán.
"Desde hace años el Gobierno tiene una división interna. Por una parte, Choquehuanca es partidario de un acercamiento a Estados Unidos, pero desde la vicepresidencia (encabezada por Alvaro García Linera) todo son obstáculos", dijo Soruco.
"En esta contradicción, el presidente Morales suele arbitrar a favor de la vía más confrontativa", explicó.
El periodista y analista político Raúl Peñaranda destacó que el expresidente Carlos Mesa (2003—2005), hoy portavoz internacional de la demanda marítima de Bolivia, apoya la línea de Choquehuanca.
Paños fríos
Según Soruco, el actual acercamiento es posible en parte por la gestión del encargado de negocios estadounidense Peter Brennan, quien adoptó en los últimos años "una posición amable y accesible" y que pone paños fríos a los roces originados sobre todo en la severa política antidrogas de Washington.
"En el pasado Estados Unidos tuvo aquí una política abiertamente intervencionista y dañina para la soberanía nacional. Los peores momentos se vivieron durante una de las administraciones de Bush, en 2002", cuando "el entonces embajador Manuel Rocha aseguró que si Morales resultaba electo los bolivianos 'tendrían que atenerse a las consecuencias'", recordó.
Por su parte, Peñaranda opinó que "la injerencia (estadounidense) fue muy fuerte en décadas anteriores", pero "empezó a declinar hacia mediados de 2000, antes de la llegada de Evo" Morales al poder.
Con todo, ambos analistas pusieron en duda el éxito de las gestiones de deshielo de Choquehuanca.
Peñaranda recordó que "esfuerzos anteriores han fracasado" por el estilo de combativo de Morales.