El pontífice ha subrayado que debe respetarse la dignidad humana de los inmigrantes y ha solicitado que la comunidad mundial "actúe unida y con eficacia para erradicar las causas de la migración forzosa".
"Son nuestros hermanos y hermanas que abandonaron sus hogares en busca de un lugar donde vivir sin miedo", señaló Francisco.
Desde finales de mayo pasado, la Unión Europea trata de aprobar un programa de distribución de cuotas para la acogida de 40.000 refugiados procedentes del tercer mundo, la mayoría de los cuales se ha acumulado en Italia y Grecia.
Además, la Comisión Europea propone recibir a otros 20.000 inmigrantes durante los próximos dos años.
Anteriormente, Francia y Alemania propusieron filtrar en Italia a inmigrantes económicos para repatriarlos.