"La nuestra puede y debe ser la generación que acabe con el hambre en el mundo", dijo el mandatario mexicano en la sala plenaria de la sede de la FAO, ante delegados de todas las naciones que forman parte de este organismo multinacional.
El presidente subrayó que la humanidad enfrenta el reto de incrementar la producción sustentable de alimentos en el 60% para satisfacer la demanda de una población de 9.000 millones de habitantes que se estima habrá hacia el año 2050.
Peña ve posible reducir la pobreza extrema y la desnutrición con voluntad política, como el caso de México, país latinoamericano donde hay avances importantes, luego que en 2013 había en México 53,3 millones de pobres, la mitad de la población, y de ellos 11,5 millones en extrema pobreza (9,8 por ciento de la población), sobre todo comunidades indígenas.
El primer paso, enfatizó, "fue reconocer que tenemos un problema y asumir el compromiso político de hacerle frente".
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, señaló, por su parte, que es la primera vez en 40 años que un presidente de México visita la sede del organismo y expresó su beneplácito por la posibilidad de contribuir con el éxito de las políticas sociales de México indicando a la vez que el la Organización está lista para "hacer más".
El titular de la FAO indicó que la Cruzada Nacional Contra el Hambre traduce este compromiso en acción y subrayó que "México está fortaleciendo su marco institucional para apoyar la lucha contra el hambre".
El programa cuenta con un financiamiento inicial de tres millones de dólares aportados por México, para El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá en una primera etapa, y en el segundo semestre del año se lanzará en Belice, Colombia, Costa Rica y República Dominicana.
Peña relató a sus pares que "la Cruzada Nacional contra el Hambre es una estrategia transversal de inclusión y bienestar social que opera en todo el país para asegurar el derecho a la alimentación de quienes viven en pobreza extrema".
A dos años y medio de su puesta en marcha en su gobierno el Programa de Inclusión Social "Prospera" atiende a más de 6,1 millones de familias en situación de pobreza extrema para que una vez superada esta condición, se integren a la vida productiva de nuestro país.
Más de 730.000 familias cuentan con una tarjeta denominada Sin Hambre, que les permite adquirir productos básicos a precios preferenciales.
En México 6,5 millones de personas laboran en el campo y uno de cada cinco mexicanos viven en zonas campesinas, afectadas por la pobreza rural.