Richard se ha reunido con el primer ministro Benjamín Netanyahu después de que a finales de mayo declarara que Orange se disponía a interrumpir las relaciones con la empresa israelí Partner, que opera los servicios de Orange en Israel y en los territorios ocupados palestinos.
Las declaraciones que Richard formuló en El Cairo causaron un terremoto en Israel, así como declaraciones del primer ministro francés, Manuel Valls, y del ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, condenando el boicot a Israel.
Meeting PM, Orange CEO corrects ‘misunderstood’ boycott comments: Peace with Palestinians ‘cannot be achieved… http://t.co/OQN3ODgXXO
— TOI Israel Region (@TOIIsraelRegion) June 12, 2015
Aunque en El Cairo manifestó que iba a retirar sus inversiones de Israel, hoy, delante de Netanyahu, Richard ha dicho justamente lo contrario.
"La visión de Orange es conectar a gente. Esto es lo contrario de cualquier implicación en un boicot o en una controversia política", ha dicho Richard. "Nuestras acciones no se fundamentan en objetivos políticos sino en objetivos económicos y de negocios. Por lo tanto es absurdo pensar que los planes de desarrollo de nuestros negocios en Israel son el resultado de una presión política".
A principios de año, otra multinacional francesa, Veolia, se desprendió de la mayoría de sus negocios en Israel y en los territorios ocupados después de una fuerte campaña de boicot contra la multinacional que le hizo perder grandes fortunas en distintas inversiones en todo el mundo.
Hace diez años que activistas occidentales y palestinos pusieron en marcha la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) con el fin de combatir la ocupación israelí. Esta campaña ha logrado algunos de sus objetivos aunque no ha conseguido que Israel se replantee la ocupación.