“Este año hemos tenido algo de problemas, en el 2014 también, la caída del precio de las materias primas, y otros, pero América Latina era de las pocas regiones del mundo que estaba creciendo y sigue creciendo pero a menor ritmo y que disminuía desigualdad”, expresó el presidente.
Según declaró Correa a RT, América Latina continúa siendo la región más desigual del mundo todavía, “pero estábamos disminuyendo esa desigualdad”, mientras que las demás regiones del mundo, EEUU, la propia Europa, estaban aumentando la desigualdad”.
“Podemos ser mucho más eficientes para generar empleo, (elevar la) producción, por supuesto, pero viniendo desde mucho más abajo porque estamos en vías de desarrollo”, señaló.
El presidente ecuatoriano advirtió “que América Latina ha recuperado su autoestima, la confianza en sí misma”.
“La crisis de los noventa fue tan grave, no solo fue la larga y triste noche neoliberal la que destruyó nuestras economías, nuestras sociedades, sino que fue una crisis de liderazgo, o sea, vaya a ver los líderes que tenía América Latina en esa época, daban vergüenza; fue una crisis de ideas”, reflexionó el jefe de Estado ecuatoriano.
“Estrategias que se aplicaron y que no eran equivocadas, fueron mal implementadas por malos gobiernos, dictaduras militares, pero en los noventa no hubo nada, adoptamos pasivamente y reflexivamente y racionalmente todo lo que nos imponían desde el norte, el consenso de Washington, consenso donde no participó ningún latinoamericano”, lamentó el presidente ecuatoriano.
Rafael Correa se mostró optimista respecto al futuro del continente.
“Yo creo que la América Latina del siglo XXI es absolutamente diferente, falta mucho por hacer, podemos perder muchísimo, pero jamás regresaremos a ese mismo pasado; entonces, la América Latina es una América diferente, está trabajando en su integración, en su unión, tiene mucha más presencia en el mundo, tiene pensamiento propio y, como siempre le digo a mi pueblo, lo más importante hemos recuperado la confianza en nosotros mismos", concluyó.