Los medios occidentales han decidido hablar de EI como "la amenaza principal".
Mikail defiende que hay que criticar al EI y luchar contra ellos, "pero cuando ven que los medios dan tanta importancia a sus actos, también se les está dando más razones para seguir con su estrategia".
El profesor de la Saint Louis University de Madrid admite que es difícil explicar la irrupción y el poder que ha logrado el EI cuando solo se cumple un año de la toma de Mosul, en Irak, y la autoproclamación del califato.
"Nos falta saber cuáles son sus fuentes de financiación y sus apoyos concretos", que le han permitido en poco tiempo funcionar como un "Estado tradicional": "Tenemos muchas hipótesis, pero pocas pruebas".
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Cortar las fuentes de financiación podría poner a la organización en algún aprieto, pero el EI "ya está muy organizado vendiendo, por ejemplo, petróleo con la complicidad de actores regionales".
El EI, como formación, ya está organizada de manera que puede sobrevivir sin financiación externa.
"Está haciendo mucho dinero y eso le está permitiendo organizarse como un Estado tradicional", asegura el profesor.
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Las estructuras que está generando "le permite tener ya una reserva y aguantar".
Así, el EI ha creado por ejemplo sus "propias estructuras económicas", como las tasas que han impuesto para el uso de las autovías.
La actual situación "da razones a los jóvenes para que piensen que con el Estado Islámico tienen más perspectivas, algo en lo que creer".
Este mismo análisis sirve "para los occidentales que han decidido luchar con el EI, la mayoría de ellos porque quieren perspectivas y algo heroico que les permita decir: 'existimos y hemos hecho algo'", explica el especialista.
"Hay muchas soluciones y muchas cosas que podrían contribuir a resolver el conflicto", asegura Mikail, pero "lo más importante, aparte de la financiación y los ataques militares, es cómo frenamos esa atracción que sienten los jóvenes por el Estado Islámico", concluye.