En el marco del creciente descontento internacional con el estancamiento del proceso de paz, este líder de la derecha israelí y acólito cercano del primer ministro Benjamín Netanyahu, propuso rechazar objetivos a su entender totalmente irreales, que podrían conducir, según él, a la desestabilización de la situación en los territorios palestinos, incluyendo hasta la llegada de los terroristas del Estado Islámico (EI).
Durante una conferencia internacional en Herzliya, el titular de Defensa israelí reiteró su llamado tradicional de pasar de los intentos de solución del conflicto al control de este a largo plazo, con la creación de condiciones aceptables para la coexistencia de los israelíes y los palestinos, manteniendo la ocupación de la ribera occidental del río Jordán.
“Probablemente debamos crear un modus vivendi realista y no plantearnos objetivos irreales que solo socavan la estabilidad… si las tropas israelíes no estuviesen presentes en Judea y Samaria (Cisjordania), el EI ya estuviese allí”, declaró.
El ministro de Defensa responsabilizó a las autoridades palestinas por el fallo de todos los intentos de alcanzar un acuerdo pacífico, ya que una y otra vez “daban un portazo” ante las narices de las iniciativas mediadoras internacionales.
Además, puso en duda la tesis popular de que la inexistencia de una solución en el conflicto palestino-israelí fuese la razón fundamental de la inestabilidad en todo el Oriente Medio.
“Nos referimos a ello incluso antes del inicio del cataclismo regional; ¿acaso todo lo que aconteció en Túnez (inicio de la Primavera Árabe) está relacionado con el conflicto palestino-israelí de algún modo? ¿Cuál es la razón de la inestabilidad? ¿Acaso la revolución y la contrarrevolución en Egipto, los sucesos en Irak, Siria, el Líbano, Yemen, todos están relacionados con el conflicto palestino israelí?”, preguntó.
El titular de Defensa israelí respondió categóricamente a esta pregunta.
“Para nada”, dijo.