"En América Latina no tenemos proyectos secretos, basamos nuestras relaciones en el Derecho Internacional, en el balance de intereses y en el beneficio mutuo", expresó Lavrov.
El canciller ruso rechazó la tesis de que la intensificación de la política exterior rusa en América Latina fuese "una respuesta simétrica a la creciente presencia estadounidense en el espacio postsoviético".
"No apoyamos el concepto de 'patios traseros' y jamás pretendimos prohibir a nadie ser amigo de alguien", abundó.
Volviendo al concepto de "respuesta simétrica", el canciller ruso llamó a comparar la composición numérica de las misiones estadounidenses en el espacio postsoviético y las misiones rusas en América Latina.
"Incluso en la CEI, las misiones diplomáticas estadounidenses superan en dos o tres veces las misiones rusas", destacó Lavrov.