La publicación de este lunes es una parte del proyecto conjunto de Kommersant y The Washington Times dedicado al panorama bilateral.
"La lucha contra el terrorismo es el ámbito donde EEUU y Rusia tienen intereses comunes. La actividad conjunta ante la necesidad de contrarrestar al movimiento islamista puede restablecer la confianza entre los dos países", escribe L. Todd Wood, columnista de The Washington Times.
Según Wood, las relaciones ruso-estadounidenses alcanzaron "un fondo histórico" a causa de los acontecimientos en Ucrania, a los que Occidente respondió con las sanciones contra Rusia.
"En los momentos de alta tensión geopolítica, es imprescindible mantener los lazos en la lucha contra el terrorismo", resalta el periodista estadounidense y advierte que la amenaza yihadista aumenta cada vez más.
Rusia tampoco evitará el peligro en el caso de que el Estado Islámico se expanda hacia el Cáucaso y la frontera rusa, agrega Wood.
El columnista ve imposible que Rusia y EEUU acuerden los métodos de la lucha contra el EI, mientras que Washington no tiene una estrategia lógica al respecto.
"No habrá avances estratégicos hasta que la Administración Obama concrete sus objetivos; por desgracia se debería olvidar del liderazgo de EEUU en la cuestión hasta la llegada de un nuevo amo de la Casa Blanca", sostiene.
Wood insiste en que EEUU, además de controlar la seguridad en los aeropuertos, debe impedir la creación de las bases de entrenamiento de los terroristas.
"Y precisamente en este ámbito la colaboración con Rusia será beneficiosa para nosotros", concluye.
Por su parte, el doctor en Ciencias Históricas, Vitali Naumkin, de Academia rusa de Ciencias, también apunta que Occidente necesita a Rusia como un socio fiable y de gran experiencia en la lucha contra el terrorismo.
A la vez señala que si se logra la cooperación entre Moscú y Washington, Rusia nunca se unirá a una coalición con EEUU al frente.
"Nuestro país, que ha aprendido la experiencia estadounidense y su propia, no llevará al cabo las acciones militares en el territorio árabe, incluso si se trata de ataques aéreos", asegura Naumkin.
El experto pronostica que los dos países coordinarán sus acciones e intercambiarán la información importante, pero cada uno actuará de manera autónoma.
"De todos modos habrá confianza que ayudará a sanar las relaciones bilaterales", afirma Naumkin.