"Seguimos un poco aislados, pero la tendencia es que esta región se vuelva cada vez más importante en los próximos años", señaló.
El hallazgo de los yacimientos de hidrocarburos en aguas profundas de la plataforma continental brasileña —llamados presal por encontrarse debajo de una capa de rocas salinas— es uno de los focos de interés, coinciden analistas.
Descubiertos en 2010, estos yacimientos contienen reservas de petróleo de mediana y alta calidad que podrían convertir a Brasil en uno de los principales exportadores de crudo del mundo.
"África y América Latina eran zonas de influencia de Europa y de Estados Unidos, respectivamente", dijo González Guyer a Sputnik Nóvosti.
Pero esa situación empieza a estar en cuestión, continuó, porque "aparecen Rusia y China, y Brasil empieza a asumir un liderazgo autónomo", por lo que en este escenario "la OTAN no quiere perder pie".
"Lo más explícito es cómo Gran Bretaña ha fortalecido su base en (las australes islas) Malvinas; ellos marcan presencia", dijo.
La OTAN, entonces, se manifiesta por el control de Gran Bretaña en Gibraltar y en un rosario de islas, como Santa Elena, Ascensión y Malvinas, cuya soberanía reclama Argentina, observó.
En opinión del argentino Ramiro Podetti, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Montevideo, este escenario explica el conflicto entre Londres y Buenos Aires por el archipiélago austral.
"Malvinas no es una piedra tirada en el océano, ni tampoco su importancia deriva de supuestos yacimientos de petróleo; tiene que ver con que es la piedra en el zapato del control del Atlántico Sur Occidental", opinó Podetti, experto en defensa y seguridad.
Un papel más importante para la Zopacas
En este panorama se intenta revitalizar la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (Zopacas), conformada en 1986 a iniciativa de Brasil como un espacio para el mantenimiento de la seguridad en la región, y de la que hacen parte Argentina, Uruguay y 21 países africanos con costas en ese océano, incluida Sudáfrica.
Según las fuentes, Brasil busca dar a la Zopacas un rol protagónico que nunca ha tenido.
Para Ramalho "no existe una percepción de amenaza" en la zona, lo que explica la escasa actividad del organismo.
La "Zopacas es un instrumento listo para ser utilizado por los países cuando ellos perciban que puede ser necesario", dijo.
Pero Podetti estimó que para incidir "en los hechos" en el Atlántico Sur se requiere concentrar los recursos existentes en volver más relevante la Zopacas.
"Debemos pensar en conjunto, Brasil, Argentina y Uruguay, una política que en principio será modestísima, e inscribirla dentro de la Zopacas", señaló.
En la última reunión de este mecanismo, celebrada en Montevideo en enero de 2013, el entonces ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, fue claro en destacar su importancia.
"Si no nos ocupamos de la paz y la seguridad del Atlántico Sur, otros se van a ocupar", señaló entonces Amorim.