"Hay 153 heridos, de ellos 25 están críticos, su vida corre peligro", dijo a RIA Novosti un portavoz del Departamento local de Sanidad.
El ministro de Sanidad turco, Mehmet Muezzinoglu, mencionó anteriormente a unos 50 heridos.
Los reportes preliminares indican que dos explosiones, con un intervalo de cinco minutos, tuvieron lugar en un distribuidor de electricidad situado en las inmediaciones.
Según algunas versiones, un artefacto explosivo fue colocado en el distribuidor, y el otro escondido en un contenedor de basura.
Sin embargo, el ministro turco de Energía, Taner Yildiz, ya descartó que la explosión se haya producido en el interior del distribuidor.
"Ha habido una intervención externa. La onda expansiva ha tumbado la puerta de la instalación hacia adentro, lo que significa que el epicentro ha estado fuera", dijo a la prensa.
Las detonaciones provocaron el pánico entre los manifestantes, que llegaron a enfrentarse a los agentes del orden.
El dirigente del HDP, Selahattin Demirtas, calificó lo ocurrido de "provocación".
El político iba a pronunciar su discurso poco antes de que se escucharan las explosiones.
El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, prometió "investigar si ha explotado un distribuidor de energía o es un intento de asesinato u otra provocación".
Turquía se prepara a celebrar el domingo, 7 de junio, los comicios parlamentarios en los que unos 56 millones de electores deberán escoger entre 20 partidos que aspiran a escaños. Cuatro formaciones se perfilan como favoritas: el gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP, conservador);
Partido Republicano Popular (CHP, centroizquierda); el Partido de Acción Nacionalista (MHP) y el prokurdo HDP, que se presenta a las urnas por primera vez y necesita superar la barrera del 10%.
