"No es una novedad la animadversión hacia el presidente", dijo Peskov a los periodistas.
Además añadió que Rusia lamenta el renacimiento de la retórica de los años 70 del siglo pasado en las relaciones entre Occidente y Moscú.
En mayo pasado desde la administración presidencial denunciaron una campaña de difamación contra el líder ruso por parte de los medios occidentales.
El jefe del organismo, Serguéi Ivanov, apuntó que los medios estadounidenses y británicos eran los más agresivos en esta maniobra de desprestigio contra Moscú.
Rusia también fue suspendida como miembro del G8 en represalia por la adhesión de Crimea en marzo del año pasado, pese a que ese proceso contó con el total apoyo de la población de la península.
La próxima cumbre de las mayores economías del mundo (Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, juntos el G7) se llevará a cabo sin Rusia el 7 y 8 de junio en el Castillo de Elmau, sur de Alemania.