La Justicia Militar de Río Grande do Sul ha condenado este miércoles en primera instancia a dos bomberos militares que serían corresponsables por el incendio, por no hacer nada ante las irregularidades manifiestas que había en el local; serán condenados a un año de cárcel, aunque todavía pueden recurrir y hay opciones de conmutar la pena.
El local donde se produjo el incendio tenía capacidad para 691 personas, pero todo indica que hubo muchísimas más: algunos testimonios elevan la cifra hasta 2.000, aunque fueron 800, según la policía, que también destaca otros factores que desencadenaron la catástrofe: una espuma irregular para la insonorización, una única salida, extintores defectuosos y canales de ventilación inapropiados.
Tanto los propietarios como los miembros del grupo también serían corresponsables de que la discoteca estuviera abarrotada, aunque por el momento afrontan el proceso en libertad sin cargos, los que irrita a los familiares de las víctimas, que este miércoles han abandonado el juzgado entre protestas al conocer que los dos bomberos tendrán condenas muy leves.